Prolijidad versus habilidad.
En un partido por la copa de leche, la 4° 7ma se la ganó a 4° 5ta.
Estando ambas clasificadas para la siguiente ronda, las dos mejores divisiones del Grupo 1 de 4° año vinieron al Campo un sábado después del almuerzo en un carrito de la Costanera, solamente para ver cuál tenía el prestigio de quedar primera del conjunto.
Luego del increíblemente adrenalínico empate de la resucitada Décima, me saqué la ropa de jugador y me calcé la de notero. En realidad, me quedé charlando un rato con la gente y después pintó mirar el partido que decidiría quién se enfrentaría con los nuevos leones el próximo sábado. Conoce a tu enemigo, le dicen algunos.
Cabe aclarar como adelanto, además del hecho de que Duch, sentado en el banco y habiendo cedido su camiseta a Clavero, estaba cubierto por una suelta y ligera camisa hippie, y andaba como mozo sin bandeja por el lateral con sus pantalones de Platense; que la 5ta estaba solamente con 7 jugadores. Las chicas de la Séptima, con el celular prendido y los Redondos de fondo, parecían dispuestas a dar una mejor imagen que la que habían dejado sus pares de la 6ta (ver crónica 4°6ta vs. 4° 8va). La hinchada de la 5ta: un par de compañeros y colegas de la 1ra.
Los primeros minutos los pasé haciendo sociales mientras el partido encontraba su camino. Lo de siempre, toques nerviosos e imprecisos, bochazos al pedo: testeando al rival para ver si aparecían flaquezas. Y el primero fue el legendario armador de la 5ta, Payva, quien probó con un bochazo de mitad de cancha que ni de casualidad tocó siquiera un palo. Pato respondió a los pocos segundos tirando un pelotazo parecido que roza el travesaño quintero. Todavía no estaban jugando… Payva tiró una masita a las manos de Martín, y más tarde Priori probó otro bochazo al arco desde media cancha. Así no es el fútbol, a menos que estén en la 10ma… Roba salvó a su equipo de una jugada peligrosa al poco tiempo, y se mandó un pique y bombazo que el guardametas septimiano frenó con seguridad. Mientras me pedían para Clovis la calificación “Rústico + ∞”.Tal vez la merecía…
La primera jugada concreta se da en el primer cuarto del tiempo, cuando un corner de Payva pega en Basta, quien da el rebote a Tabbia, que sin dudar tira al arco, convirtiendo un gol, anulado por el árbitro por un supuesto off-side. Basta parecía no estar trabajando bien, porque al poco tiempo cometió una falta en su zona y regaló un tiro libre a Tabbia, quien le dio el rebote a Roba: la pelota quedó en manos de Martín de nuevo. Qué arquero…
Pero el peligro pareció despertar a la división de la tarde, que tuvo su revancha en seguida, cuando Pato tiró un corner impecable que Lea simplemente empujó adentro del arco. Ladrón de goles. La 5ta evidentemente intentó recuperarse al instante, con un corner que fue a la cabeza de Payva, pero de ahí terminó afuera, casi-gol.
Coco, encendido como polvorita, apareció repentinamente y se picó toda la cancha a la Speedy González, no consiguiendo él nada, pero recibiendo una falta de Iñaki, y brindando a Pato otro tiro libre que éste jugó con Lea, quien perdió un gol que hubiera sido al menos lindo. La defensa de la 5ta los marcó… para el ojete. Un gol de lateral “olímpico” de Pato fue anulado luego por razones reglamentarias. Pero se ve que el espíritu coquero inspiró a sus compañeros, ya que Clovis se mandó un galope similar por el medio de la cancha, aunque solo tenía que frenar una pelota. Terminó entonces el primer tiempo.
En el entretiempo el arquero Krisa lanzaba un doloroso “Dale, lo vamo’ a empatarlo” (sic). Schuster llegó justo para el segundo tiempo, así como Duch dejó su camisa floreada (?) en pos de la camiseta de Brometán (Soluciones para el campo) y Mati le dio un respiro al agotado Bastarreche.
Pero tuvo que ponerse las pilas bien al inicio del “complemento” porque Payva tiró de fuera del area un tiro de media distancia que sólo las manos de Martín Santos pudieron frenar en la base del palo derecho. Clovis salvó entonces con la espalda un puntinazo letal del 8 de la 5ta, lanzándolo al lateral. Luego, otra jugada de la ¿infalible? dupla de la división mañanera fue arruinada por Santos. Iñaki se hartó entonces de tanto bochazo cerca del área, y probó con uno de mitad de cancha directo que casi termina en un gol. Qué peligro. La 7ma tuvo entonces un oportuno corner que Buche casi mete… con el hombro. Payva recibiría al rato un pase en plena área septimiana, pero tirándolo directo a la obra en construcción.
Siguiendo el juego, Pato mostró sus habilidades artísticas cuando, luego de una inocente disputa por el control de la pelota con un defensor quíntico, se tiró a dormir una siesta en el pasto. El tiro libre indirecto que le dieron terminó dentro del arco, y por eso fue anulado… de nuevo lo mismo!? Lea se erró al toque otro gol boludo más y la propia hinchada exclama “Sos un gil”. Qué feo.
Payva, cada vez más alterado intentaba otro bombazo desde fuera del arco, que de nuevo rozaría el travesaño. Hoy su química pareció no funcionar. Leivo, por su parte, jugaba muy espásticamente. Tabbia tampoco reluce. A esta altura el partido estaba muy “pelotudo” a mi parecer, y las pelotas volaban por la cancha en una serie de jugadas olvidables y circenses. Mediocre. Lo más interesante fue ver a Mata corriendo toda la cancha a la Coquito y recibiendo un hachazo de Roba, que fue sancionado con una tarjeta amarilla, y luego a Payva amasijándose el fideo previo a una jugada de pelota parada. Mati se dedicó a practicar yudo con Tabbia, quien tuvo un casi-gol en un área demasiado llena de defensores, pero que Clovis salvó de milagro. Rosba recordó sus tiempos de rugbier, tirando una pelota tan alto y lejos que casi pasó la reja de la construcción (unos
Pato se dio el lujito de un pique que de puro morfón raviolero se perdió por querer pasar a toda la defensa solo. Leivo, no mucho más profesional, contraatacó con un pelotazo que terminó en las confiables manos de Santos. Por suerte del exquisito Duch apareció súbitamente en una jugada respaldada a ambos lados por Pato y Buchi respectivamente, salteándose a los inocentes defensores y quedando solo frente a Krisa, quien sin dudarlo se le tiró encima, cometiendo fue terrible falta. Por suerte la pierna que quedó sana de Duch tuvo un impulso nervioso tipo rigor mortis, y pateó la pelota, que Pato acomodó dentro del arco.
Pero peligrosamente, Leivo despertó y tuvo un bochazo efectivo que desde fuera del área colocó lejos de Martín Santos, luego de buscar el ángulo rodeando la línea. Golazo. En otra jugada muy confusa, los gritos de horror de sus compañeras de la 7ma alertaron al arquero, que tapó un casi-gol muy extraño. Duch seguía dando el 110%, pero solo quedaban un par de segundos, y para la última jugada se podían ver a los 17 jugadores en el área de la 7ma, cuando el árbitro pitó la justa victoria.
La 7ma comienza a temblar, pues sabe que se enfrenta a la 10ma. Se sabe que arreglaron el partido a pedido de la 5ta, quien quiso evitar el terror que los esperaba en 4tos de final. La calidad de sus jugadores no supo encontrar la química tradicional de los cracks mañaneros, y el juego limitado pero muy prolijo de la 7ma alcanzó para tenerlos controlados y ganar un partido merecido. Ahora son, junto a la 10ma, la única división de la tarde que pasa a la siguiente ronda.
Agustín Ilutovich 4º 10ma
