1/6/08

3 7 vs 3 2

3º7a 4
1 –JM Emilianofóbico
2-Javier 6
4-Paco 7
6 – Vanoli (o algo así) 6,2798
5- Tambe 7+1
30 Quemero 6
9 Mana 2,5 π
8- Pulga 10
10- Bruno 7,33

3º2da 0
Clemente Clemente
6- Pelirrojo Defensor: 6Arquero: Cervantes
4-Emiliano +∞
2- Alvarez 4,39±1
Nadie Este seguro la rompía
7-Pablo 6
10-Valentín 5
9-Mauro 6
11-Alan* 4,5

*descubrí tu nombre, gil.
Hinchada: Mucha gente de la 7, yo, mi nokia 1100 y Juan Carlos, mi amigo imaginario.

Con el pie derecho
En una fría mañana de sábado 3º 7ª ganaría el partido inaugural. El título hace referencia al comienzo del campeonato, al comienzo de mi carrera como cronista, al comienzo de 3º7ª y a la parte de la anatomía del número 10 naranjinegro que el fiero 4 de la segunda llevaría bajo su brazo al salir.

Frío. Mucho frío. Nada de astro rey en su cenit ni tres carajos. Frío. Viento y frío. A eso de las 9 en punto, corriendo en pos de mi deber periodístico, entro al campo. El partido ya estaba por comenzar. Otro año más en que me pierdo la ceremonia inaugural con los abanderados y el espectáculo de Sulsnik haciendo malabares en un monociclo. Una lástima realmente. Pero pasemos al futbol, ese arte de manejo de la pelota que difícilmente se vería en el partido a continuación contado.
Primer tiempo: No iban ni dos minutos cuando el once naranjinegro pone un poco de peligro en el área verde, en una típica jugada campestre incluyendo rebotes en defensores, malos despejes y un zapatazo que roza la parte superior de la red protectora. Existen aproximadamente unos mil adjetivos para describir la postura del equipo verde, ofensivo claramente no se encuentra entre ellos. El 11 verde (que al final del partido, quizás por la calentura, quizás por forro, o quizás porque la historia la escriben los que ganan y ni daba ser parte de la historia, nunca me dio su nombre) hace un maravilloso 1vs4, del cual consigue, ayudado por quien sabe que diosa, un lateral, el cual queda en la nada.
Tras un pif de Pablo, la 7 consigue un corner. Ahí nomas me percato de la existencia del 8 naranjinegro, un muchacho que no superaría, ni con la mejor de las intenciones, el metro cincuenta y cinco. No en vano su remera dice Pulga. Sería este, quien GANANDO DE ARRIBA! Cabecearía excelentemente marcando el 1-0 para la séptima.
De alguna manera, Paco conseguiría la posesión rápidamente efectuando un maravilloso pase para la Pulga, quien ya engolosinada, sufre un golpe en la cara de la realidad, al ser cuerpeada por el Colorado, fiero 6 de la verde. Esto lo colocaría como excelente defensor, de no ser porque una vez dominada la pelota, y sin razón aparente, la manda al corner.
Antes del corner, me gustaría aclarar algo al respecto del arquero verde: a este, lo llamaremos Clemente, ya sea por desconocer el verdadero nombre, ya sea por la falta de brazos del bello personaje de Caloi y este guardavallas. Ahora, si, el corner… cerrado, pero un metro por detrás del segundo palo, menos mal, nadie quería poner a prueba la vista de Clemente.
Y acá, acá es cuando comienza la magia. En el minuto 9, tras haber hecho un derroche de habilidad eludiendo a uno, dos rivales, Bruno, el 10 naranjinegro, decide enfrentarse al duro, durísimo Emiliano. Este responde con una patada antológica, digna del Doctor Ireneo Sconfietti. El magistrado saca la amarilla tarjeta.
Se efectúa el frikik y tras este se sucede una serie de rebotes digna de pinball, todo esto sin salir nunca del área verde, que deviene en triste y opaco contraataque verde. Una rápida recuperación de pelota permite al equipo verde hacer una de las pocas claras del PT, un centro de Valentín, que casi roza la cabeza de dos segundoavos.
El futbol recién volvería al minuto 11, con una recuperación de pelota por parte de Quemero y un posterior pase genial a la Pulga, que esta vez no duda, responde bien, define con maestría y se la manda a guardar al pobre Clemente.
Cansado ya de su pasividad de 4 minutos, la estrella verde decide ir por más, pega sin mirar a quien y consigue así la primera expulsión del torneo. Su salida incluyo una bella patada al palo de rugby, parecida en intensidad a aquella que le dio al 10 naranjinegro.
El colorado pasa a ocupar el lugar de Clemente. Su valía se vería probada rápidamente. La segunda manda un centro cerrado que anticipa sagazmente, aunque dando rebote. Este es aprovechado por el 5, Tambe, pero nuestro rojizo héroe de los tres palos pone el pecho a la bala.
Nada más sucedería en este tiempo. El magistrado pita su final a los 18 minutos, probablemente por frío, hambre, ganas de mear o sencillamente paja de dirigir.

Segundo Tiempo: Por algún extraño designio de Alá, el referee dice si la segunda no tiene gente para el cambio obligatorio, que vuelva la estrella. Y así fue, el 4 volvió a la cancha, triunfal, listo para hacerse sentir en la pierna rival. Al principio el frio hace especial mella en los jugadores de ambos equipos, o así parece al menos, dado que están haciendo una entrada en calor, un peloteo. Parecía que me iba a convertir en un cubo de hielo de metro ochenta de alto, cuando veo una peligrosa acción del ídolo popular Emiliano contra el arquero de la séptima. Pese al cagazo, el uno logra dominar.
Hasta aquí nada bueno de la séptima, pero la pulga aparecería nuevamente a contrariarme. Tras una extraña jugada de rebotes, zapatazos y más rebotes, la Pulga consigue el pleno dominio del balón y pese a estar en un ángulo de casi imposible definición la clava en el segundo palo. El hattrick pretende hacerme dudar en la elección de la figura, no lo logrará. A todo esto, podemos agregar que el pelirrojo no quiso ser menos que su amigo Clemente y en el gol hizo bastante menos que nada, Cervantes podríamos decirle, para contrastar.
Aparece una característica jugada del winning eleven 4 (lease pared) por parte de la tríada de ataque naranjinegra, que termina en un despeje del fiero defensor verde al lateral. Y sería este mismo héroe el que dos minutos después haría lo que hay que hacer como buen defensor. Le da tremendo fierrazo a una pelota que queda boyando en su area, no solo sacnadola de esta, no solo sacándola del campo de juego, sino también sacándola fuera del campo. El magistrado corre como el sabe y le pide a gritos a los peatones que se la devuelvan, haciendo gala de su autoridad.
Para ir redondeando la jornada, la naranjinegra división comienza con una serie de cambios que incluyen a un tipo con pantalones de jean, entre otros, y que este pobre cronista no llegó a documentar. Estimo que hicieron unos 7 cambios en dos minutos.
En un momento la altura media de la séptima paso a ser de metro sesenta. Esto podría haberse notado en un tiro libre de la segunda, pero no, la pelota reboto en la altura de la cintura de los defensores. De aquí salió la contra que terminaría en el cuarto gol, el gol de Tambe, tras genial pase del muchacho en jean. Estamos seguros que tras el jean estaban las reglamentarias canilleras.
Parecía que todo estaba terminado cuando el 9 y 11 verdes van en busca del honor, y solo consiguen que un defensor séptimo emule al gran Emiliano. Pitazo final de mi primer partido como cronista. “¿Qué sentís en este momento?”. “Frío”.
Nicolas Toler 4 8va

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